Conozco a una tipa

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domingo, 21 de marzo de 2010

Manos de Niña Conan

Yo no soy la Niña Conan, aunque podría serlo. En este caso, no tendría otro defecto que el haber sido, en su momento, una Niña Conan. Ahora ya no lo soy porque hace años que dejé de ser niña y en cualquier caso, no lo fui. Yo fui otras cosas pero Niña Conan, no.

Me gustaría poder hablar de la Niña Conan dándole un toque de misterio, diciendo, por ejemplo, que lleva un parche en el ojo izquierdo, al menos, desde que la conozco. Contar lo que la gente dice de ella, que un día volviendo de la sierra, se le ocurrió asomar la cabeza por la ventanilla del coche y una piedra en la calzada le saltó al ojo dejándola tuerta de por vida. Pero, pensándolo bien, esto no es tan misterioso y además es mentira, la Niña Conan tiene los dos ojos.

Diría entonces que le falta algún diente, alguno que se le cayó o que nunca tuvo, una mella que le obliga a reirse con los labios apretados y que le ha hecho desarrollar inconscientemente una inmovilidad en la boca que sí se hace misteriosa. Pero este misterio también está basado en una mentira. La Niña Conan tiene todos los dientes y además son blancos y grandes como los dientes mexicanos.

Cuando quedo con la Niña Conan y hablamos de esto y de lo otro, a veces le pregunto ¿qué quieres que diga sobre ti? Ella me mira y se ríe, sabiendo que me está haciendo un lío, que me confunde a propósito, sólo para reirse. Entonces saca las manos de debajo de la mesa y me dice: las manos me quedan, Nuria, las manos de Niña Conan.

2 comentarios:

  1. Bueno, en realidad la Niña Konan si que padeció algún accidente del tipo pedradaenelojo, afortunadamente las manos son lo único que hoy queda de aquel caracter del pasado.

    No hemos podido ver Tokio Monogatari, el cd estaba ralladísimo y no iba ni pa'lante ni pa'trás. Es una pena, porque hasta donde hemos llegado a ver nos ha encantado, la buscaré en la fonoteca de mi universidad.

    Muchos besos Nuria, ¡y enhorabuena por este blog molón!

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